lunes, 30 de diciembre de 2013

Un cuento de navidad para lectores suicidas (Tercera parte: San Simón, poeta)


Si el abuelo fuera un poeta y no un santo, seguiría bebiendo guaro y fumando. Correría detrás de las niñas con minifaldas floreadas y de ojos inocentes. Si la abuela estuviera viva fuera un personaje de ficción, sería la mujer de voz de árbol y la piel le olería a canela.

Mi abuela y San Simón serían novios que caminarían tomados de la mano por las calles de mi pueblo, él le diría cosas sucias al oído y ella le daría un golpecito en el hombro, levantaría la ceja izquierda y le plantaría un beso rockstar.

San Simón seduciría a mi abuela en la cantina cerca del parque central de mi pueblo, ella dejaría su olor como rastro hasta su cama y el santo llegaría a media noche para meterse entre sus piernas. Mi abuela y el santo harían el amor todas las noches como si no se conocieran. Con la pasión del mundo y el bullicio de los gatos.

El santo besaría con lujuria la piel morena de mi abuela, la llamaría ave de su mar y al ritmo de su respiración mi abuela mordería sus labios, tomaría bocanadas de aire y sentiría lo helado de las manos del santo entrando en su ropa interior. Con sus uñas rasgaría la espalda del santo mientras la lengua de éste ubicaría el conteo de temblores que mi abuela poseía escondidos.

Mi abuela montaría al santo con fuerza y al cabo de algunas horas ellos se quedarían dormidos, abrazados y con la sonrisa puesta en la censura rota.

Si tan sólo él fuera un poeta y no un santo entonces mi abuela estaría viva, copiándose en los callejenos oscuros donde habitan los hombres olvidados de este país.

Nota de disculpas para una historia porno que incluye a mi abuela y a San Simón como personajes centrales:

***Ojalá supiera cómo se escriben las disculpas.


domingo, 15 de diciembre de 2013

Un cuento de navidad para lectores suicidas (Segunda parte: Comprar los puros y las veladoras para San Simón)


Finalmente nos dimos cuenta que Santa no existió nunca y comenzamos a realizar los pedidos para fin de año de manera directa. Entonces comenzaba la eterna negociación paternal y coacción vacacional.

Eloísa como abuela matriarca de la familia imponía una serie de condiciones para que el día indicado cada nieto y nieta tuviera un regalo según su edad, y esto era verdaderamente importante porque no era lo que pedíamos sino lo que ella consideraba adecuado para nuestra edad según el año.

Mi mejor año fue en el que Goku venció a Majimbu, ese año me convertí en el vaquero explorador espacial.

Convertido en vaquero explorador espacial exploraba los lugares más prohibidos de la casa, es decir, que en realidad me dedicaba a ir a la cocina y robar comida del refrigerador sin que mi tía Suyapa se diera cuenta, o tratar de ver hacia adentro de la habitación de Eloísa para observar el altar a San Simón.

Pero algunos años recibí regalos que no quería o simplemente no recibí. Cuando sos niño la navidad es un período que empieza con el último día de clases y se extendía hasta el día en que volvían a empezar.

Eloísa siempre estaba atenta a este período y buscaba mantenernos ocupados, siempre nos involucraba en las actividades que tenían que ver con mantener bien atendido al santo. San Simón necesitaba de su provisión diaria de puros, guaro y flores. 

Entonces éramos mi primo Alejandro y yo, por ser los mayores los elegidos para hacer los mandados que tenían que ver con esta actividad vacacional. Ir a conseguir los puros y las veladoras era una de las tareas que más me gustaban, porque implicaban ir de exploración al mercado del pueblo, meternos adentro y visitar una tienda que tenía a la venta estampas de santos, veladoras con la virgen de Fátima estampada en el vaso de vidrio, puros, hierbas que no conocíamos y que poseían olores particulares, incienso, mirra, especias y veladoras de todos los colores que se necesitaran. El lugar tenía esencialmente una luz mágica que al menos yo percibía hermosa.

Cuando la señora que siempre vestía con atuendos floreados y delantales hechos a mano nos atendía, buscaba alguna excusa para quedarme observando el lugar. Jamás conversamos con ella pero debió tener historias lindas que contarnos.

Al volver con los puros y las veladoras, mi mayor fascinación era imaginar que Eloísa nos permitiría ver al santo, todo lo que queríamos era verlo de cerca. Pero ella no nos dejaba y nos contaba mil historias, que por ser niños, que al santo no le gustaban los niños, que eso no le gustaría a nuestras madres, pero por su risa cómplice nos transmitía esperanza de verlo algún día.

San Simón debía ser un súper héroe que ayudaba a Eloísa, porque a mi abuela siempre le hacía feliz hablar con él. Para navidad, mi mayor regalo era ayudarla con las tareas de atender al santo.

martes, 10 de diciembre de 2013

Un cuento de navidad para lectores suicidas (Primera parte: Santa no existe, San Simón sí y está en la habitación de Eloísa)


Santa no existe. Me di cuenta de ese pequeño detalle a temprana edad, algo no coincidía, algo estaba verdaderamente mal. Mi casa de infancia, la casa de mi madre, no tenía chimenea y las casas por las que anduve nómada en mis años de vaquero explorador espacial tampoco tenían chimenea, es decir, mis abuelas eran igual de pobres que mis padres y viceversa.

Durante casi un año, que para mí significaba escaparme constantemente de los niños que siempre me querían golpear o cuando por fin era atrapado, inventar la mejor de las historias para que mi abuela Eloísa no se enojara o fuera a la escuela a insultar a maestros y alumnos, durante ese casi año, nadie nos mencionaba al dichoso hombre anciano de barba blanca y traje rojo.

Cuando en casa de mis abuelas montábamos los árboles de navidad (árboles de navidad que quedaban mejor montados que muchas instalaciones de arte contemporáneo hondureño) el problema radicaba en cómo entretenerse hasta la noche en que por arte de magia aparecían los regalos debajo del árbol, excepto el año en el que por robarme unos cohetes (o «cuetes», en buen catracho) le tiré una braza ardiendo a uno de mis tíos y ese año el regalo fue sentir el calorcito del cinturón de mi padre.

Ninguna acción que realizáramos podía explicarnos la existencia o no del dichoso gordo, preguntábamos y nadie nos respondía con la seriedad del caso, lo cierto es que en casa de mi madre no llegaría porque ella abandonó el catolicismo por el adventismo, en casa de Francisca (madre de mi madre) jamás llegaría porque no había chimenea y la gente siempre estaba en otra cosa menos en estar pendientes de su llegada, aunque las comidas eran exquisitas esos años. Me quedaba la casa de Eloísa, a la que yo recuerdo con más cariño del que en vida le di.

Pero tampoco llegaría, aunque había un mayor esfuerzo aquí, cuando de esperarlo se trataba. Apenas iniciadas las vacaciones escolares y, mi tía Suyapa se relajaba, entonces nosotros, mis primos y yo, teníamos luz verde para emprender la búsqueda del espanto. Razón por la que nos metimos en muchos problemas, sobre todo con la vecina de atrás a la que siempre creímos que le caíamos mal porque no nos dejaba ver a su perro, Nicolas, un hermoso pastor alemán, o con las monjas de al lado porque siempre le robábamos las naranjas al árbol que ellas tenían.

La búsqueda incansable nos llevó toda la infancia y un día dejamos de hacerlo, también dejé de visitar las casa de mis abuelas, aunque extraño los años en que me escondía para ver el altar de Eloísa a San Simón, con sus hermosas flores amarillas, su puro y pachita de guaro.

jueves, 5 de diciembre de 2013

Fabricio Estrada en dos fragmentos


6:23 pm (adormecido)

Todas mis ruinas conducen a Roma.
déjame ir en busca de ellas,
hacerles un museo.

Circa del 93
Amaba la poesía, esculpía aceras...
todo fue borrado por vándalos.

Circa del 98
Vi por primera vez l lluvia.
Toda nube fue saqueada por los vándalos.

Circa del 2000
La más hermosa ballena de sal
fue llevada de plaza en plaza,
hecha santuario,
amada.
Toda ella sobrevivió a los vándalos.

Circa del 2005
Vi la partición del día y la noche,
la espera glacial en la isla de los godos
y los mimos elevados a categoría de héroes.

Todas sus estatuas
fueron derribadas por los vándalos.

Circa del 2009
Vi el mar con infinita atención,
vi oleadas de piratas saqueando las costas
y los vándalos pasaron al África,
ejercieron dominio
y bebieron hasta quedar ciegos
en los bares de Hipona.

He despertado al sentir las escobillas
limpiando mi agrietada nariz.
El funcionario de aduana me pide el pasaporte.
Dormía en el estrato 4 y aparecí
-ya duchado e iluminado- bajo los fríos reflectores.

"¿De dónde es usted?
¿Para quién escribe?
¿Cuánta tierra le tomará para volver a su tierra?"

Pocos se habrán sentido más viejos que yo,
una ruina sin glorias
que conduce a la nada.

[...]

7:23 am

Mi cámara es un batiscafo
(mi corazón es ácido y tiene forma de batiscafo)

La miradas vienen de las escafandras
(mis ojos las sondean profundamente)

Mi cámara deja un rastro de burbujas
(la burbuja es un grito redondo y silencio)

Mi cámara es un pulmón
(el otro colapsó bajo presión y yace incrustado en Las Marianas)

Mi cámara es un batiscafo
(y colecciona
disecciona buzos y les saca su perla)

Mi cámara se hunde
(y blanco pálpito de anémona
envenena)










Fabricio Estrada
Sabana Grande, 1974.

martes, 3 de diciembre de 2013

La violencia como recurso creativo


Como parte de un proyecto que me encuentro trabajando, he podido escribir 16 relatos, todos parten de mi preocupación sobre el tratamiento de los desaparecidos en el país en los últimos 4 años. Algunos relatos tiene epígrafes de noticias tomadas directamente de los diarios locales, como forma también de hacer notar lo amarillista que puede llegar a ser el medio periodístico en el país.

Una tarde, casi de noche, mientras caminaba del súpermercado a mi casa y que para llegar a ésta debo caminar toda «La calle de la fuente», durante los tramos oscuros me vino la sensación de poder ser víctima, de que mi cuerpo podría quedar ahí, tirado y boca abajo.

Me quedé con esa sensación durante días y al cabo de un tiempo terminé escribiendo la escena que me había imaginado, conmigo como víctima, aquí recurro a Horacio Castellanos Moya, en el sentido de la violencia y la creación literaria, él dice que, «nadie necesita encontrarse un cuerpo descuartizado a la puerta de su casa para escribir una buena novela; nadie necesita sufrir la violenta pérdida de un ser querido para tener un tema para su próximo cuento.»

Pero al fin y al cabo acaso no es cierto que los autores latinoamericanos convivimos con la violencia, ésa que no es ficción, que leemos, que vemos en la televisión y que algunas veces nos ha tocado ver de cerca. Algunas veces me han preguntado si me gusta escribir, yo siempre contesto que no, que a nadie le gusta describir la muerte y sus símbolos, quizás algún día dejen de preguntarme eso.

Una amiga me pasa por chat en facebook un nota sobre una noticia de un diario local, ella me cuenta que apenas ayer estuvo con la víctima, que habló con él, que lo conocía y ahora está muerto y ha salido en los diarios, Honduras es un país que se resquebraja a diario y frente a nosotros. Nuestra impotencia de no poder hacer nada para cambiar esto es la que muchas veces nos sume en estados de depresión y tristeza, Honduras es un país deprimido. Dejo aquí mi relato escrito meses atrás y el link de la noticia que es mil veces más horrible:

Toma 13 

El parpadeo de Los increíbles comienza cuando todos hemos dormido. 

Amarillo 54 
Verde 78 
22 de septiembre 

¡Comamos! 

Los increíbles comienzan su parpadeo cuando ya todos hemos dormido, ellas no existen, ellas no existieron jamás, beacause… el cielo es blue y allá arriba hay un tipo con mal genio que padece de amnesia y olvidó escribir sus corazones, entonces ellas no existen. 

Amarillo 54 
Cian 17 
Viernes a las 8pm 

En la radio suenan The Beatles, la voz de McCarney está triste, John murió pensando en él, girl… ush… my girl… esto es cool y tu rostro tomó el último avión con boleto de muerte. 

Los increíbles comienzan su parpadeo cuando ya todos hemos dormido. Lo de The Beatles era sólo una excusa, en realidad lo que se pretendía era tocarle la entrepierna húmeda a la niña del vestido con pastel de cumpleaños encima, pensar, que sus 17 le sientan muy bien. 

Amarillo 54 
Azul 22 
Calle de la fuente 

Los increíbles comienzan su parpadeo. Rostro sobre el suelo, frente atravesada por un objeto no identificado que sin querer iba de prisa y en su camino no pudo esquivar al desgraciado, nariz quebrada tras impactar en el pavimento, media cuadra con su ADN haciéndole el amor. Su nombre desapareció de su bolsillo izquierdo.

*** La noticia aquí.

domingo, 1 de diciembre de 2013

La tarea de construir la nueva dirección


La retórica de Xiomara al afirmar que, "volvemos pacíficamente a las calles de donde surgimos..." es el arma más letal contra la movilización popular. Decir para no hacer, la política de la dirección de LIBRE y el FNRP es clara, no están interesados en la construcción real de un poder que pertenezca a la base.

Lo de hoy 1 de diciembre, además domingo, fue la caminata dominical de compas, amigos, de lo que sea, pero no una movilización de un partido de masas que afirma tener la capacidad de derrotar al golpismo en las calles y en las urnas. Ya lo del fraude es hasta cierto punto un asunto sin contenido, aquí estamos hablando de la oportunidad de darle coherencia a un proceso que se encamine cada vez más a la revolución, palabra profana para las direcciones.

El problema sigue siendo un asunto de dirección o el problema es que nunca hemos tenido una, quizá, el primer error del movimiento popular fue abandonar su programa y su estructura orgánica y democrática, cambiar años de lucha y construcción real por la consigna de la constituyente y el retorno de Zelaya. Hay que decir las cosas como son, la dirección del movimiento popular claudicó a Zelaya desde el principio, abandonó no sólo su programa sino los métodos tradicionales de lucha, esos que de manera natural son propios de las estructuras populares, las cosas como son, aquí el problema es que necesitamos construir esa dirección desde cero, una nueva, la actual es inservible.

Es necesario volver a la base, que desde ahí se construya el proceso, que sea desde la base que salga una dirección dispuesta a dar claridad al futuro de la resistencia, lo que se nos viene son cuatro años de duro y abierto enfrentamiento contra la maquinaria represora del estado, el país está militarizado desde hace años y no hay mecanismos tangibles sobre cómo contrarrestar en materia de seguridad lo mínimo.


José Antonio Ardón murió y el mensaje es claro, el aparato represivo no se detendrá a pensar nada, hoy ha sido un día triste, tener que haber llevado el ataúd con el cuerpo de nuestro compañero y ser testigos de la incapacidad de cuajar un camino hacia una victoria posible, a pesar de que la gente está dispuesta a la lucha, está dispuesta a dar la batalla, porque esas condiciones están dadas en Honduras donde lo único cierto es la incertidumbre la necesidad de una nueva dirección y que ésta esté supeditada a la base es hoy la primera tarea del proceso.

En ese sentido lo que todos y todas debemos entender es que, lo hacemos, militamos para eso, nos organizamos de una vez para llevar a cabo la tarea de construir esa nueva dirección y reorientamos la lucha bajo la dinámica popular, es decir, que esto nos dará un poder real en las calles o nos condenamos al fracaso.